Cada día durante casi cien años, un grupo de patos han dejado su penthouse en el Hotel Peabody de Memphis contoneándose por una alfombra roja para pasar el día jugando en la fuente del lobby.
Esta caprichosa tradición se remonta a la década de 1900 cuando el gerente general del Peabody regresó de un infructuoso viaje de cacería y coloco un grupo de patos vivos en la fuente del hotel como una broma. Los invitados estaban tan encantados con la adición de las adorables aves que los propietarios decidieron dejar que se queden. Lo que comenzó como un simple broma ha continuado a lo largo de los años y ahora es una muestra diaria de pompa y circunstancia.
Imagen superior: Ed Schipul
Cada mañana, alrededor de las 11:00 de la mañana, los patos son dirigidos hacia abajo desde su ático en la azotea hacia una alfombra roja rodeada por los espectadores que los adoran. Acompañado por una marcha de Sousa, los cinco patos trotan una pequeña y personalizada escalera hasta las apacibles aguas de la fuente de mármol en el que obedientemente nadan hasta que sean una vez más llevados al piso de arriba alrededor de las 5:00 PM. Toda la ceremonia es precedida por un "Maestro de Patos", una posición originalmente ocupado por un entrenador de circo que se unió al hotel en la década de 1940.
Cuando no estan mostrando su atributos a los huéspedes del hotel, los patos viven en un recinto de $200.000 en el techo que está construido para parecerse a un ático a escala reducida. Las paredes son de cristal para que los visitantes que no pueden esperar para el paseo diario puedan dirigirse hacia arriba y ver a las famosas aves vivir la buena vida. Puede que haya empezado como una broma, pero la popularidad de la marcha de los patos del Peabody demuestra que los propietarios de este hotel sin duda no son charlatanes.
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