Los cenotes son pozos naturales o sumideros resultantes del colapso de roca caliza que expone las aguas subterráneas por debajo. Están especialmente asociadas a la Península de Yucatán en México, que se compone sobre todo de piedra caliza porosa. Durante millones de años, las precipitaciones lentamente corroyeron la piedra caliza y formaron un enorme sistema de cuevas subterráneas y cavernas. Muchos llenas de agua de lluvia o desde la tabla de agua subterránea. Cuando el techo de una cueva llena de agua se derrumba, un cenote nace. Hay un estimado de 7,000 cenotes en la península de Yucatán.
El cenote proviene de la palabra maya "dzonot" o "ts'onot", que significa pozo sagrado, y tenía una gran importancia para los mayas. En primer lugar, ellos representaban el principal suministro de agua en una tierra que no tiene masas de agua superficiales y padece largas estaciones secas. Como consecuencia, todas las aldeas mayas se construían en las proximidades de un cenote, a fin de asegurar un suministro de agua permanente. En segundo lugar, los cenotes eran también importantes por razones religiosas. Creían que los cenotes eran portales al inframundo y una forma de comunicarse con los dioses. La investigación arqueológica ha encontrado evidencia de ceremonias religiosas que tuvieron lugar en o alrededor de los cenotes, incluyendo sacrificios humanos.
Imagen superior: BORIS G
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Mientras que los cenotes más conocidos son grandes piscinas de aguas abiertas que miden decenas de metros de diámetro, como las de Chichén Itzá, el mayor número de cenotes son sitios más pequeños y no necesariamente tienen alguna agua superficial expuesta.
El agua del cenote es a menudo muy clara, ya que el agua proviene de la lenta filtración del agua de lluvia a través de la tierra, y por lo tanto contiene partículas suspendidas muy pequeñas. Esto ha atraído a los nadadores y buzos de todo el mundo que han documentado los extensos sistemas de cuevas inundadas, algunas de las cuales han sido exploradas teniendo longitudes de 100 km o más.
Algunos cenotes se han convertido en piscinas públicas de todo tipo. Uno de los mejores ejemplos es el Cenote Zaci, ubicado en Valladolid. Otro cenote con cierta infraestructura turística es el Cenote San Ignacio, en Chochola. Este cenote está iluminado artificialmente y tiene un restaurante contiguo y otros servicios que lo hacen una visita más cómoda. Por último, las instalaciones del Cenote Sambula, en Motul, fueron remodeladas recientemente.
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