Isla Okunoshima - el paraíso del conejo

Okunoshima es una pequeña isla situada en el Mar Interior de Japón entre Hiroshima y Shikoku. Durante la Segunda Guerra Mundial, la isla era un sitio militar de alto secreto donde se fabricaba gas venenoso para la guerra química. Hoy en día, esta completamente invadida por los lindos conejitos que son los principales habitantes de la isla.

Entre 1929 y 1945, la Isla Okunoshima fue un centro de producción de armas químicas para el Ejército Imperial Japonés que produjo más de seis kilotones de gas mostaza. La isla fue elegida por su aislamiento, favorable para la seguridad, y porque era lo suficientemente lejos de Tokio y otras áreas en caso de desastre. El programa se mantuvo en secreto y durante sus 16 años de operación, Okunoshima incluso fue borrado de los mapas. A los potenciales residentes y empleados no se les dijo lo que estaba fabricando la planta y todo se mantuvo en secreto .

Con el fin de la guerra, los documentos relativos a la planta fueron quemados y las Fuerzas de Ocupación Aliadas dispusieron que el gas, sea desecha, quemada o enterrada, y a las personas se les dijo que no dijeran nada sobre el proyecto.

Imagen superior: cupid black

Imagen: Laura Appleyard

Según algunas fuentes, los conejos fueron traídos a Okunoshima para probar los efectos del veneno y liberados por los trabajadores cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. Otras fuentes afirman que un grupo de niños en edad escolar estaban en un viaje de campo, cuando liberaron ocho conejos en 1971. En cualquier caso, los conejitos originales de Okunoshima y sus sucesivas generaciones de descendientes prosperaron en su ambiente libre de depredadores.

Hoy en día los 700.000 metros cuadrados de la isla es el hogar de más de 300 conejos que deambulan libremente, ganándose el apodo de Usagi Shima, o la Isla del Conejo. Aunque salvaje, los conejos en la isla se acostumbraron a los humanos y se acercarán a los visitantes en busca de un bocado, y se subirán al regazo. Los visitantes pueden acariciar y alimentar a los animales, pero en un esfuerzo por preservar la población de conejitos, los perros y los gatos no están permitidos en la isla. Las bolitas de comida del conejo se venden por ¥100 una taza en el hotel resort Kyukamura Okunoshima situada en la isla. El hotel ha visto recientemente un fuerte aumento de visitantes a la isla ya que el conocimiento de los residentes peludos de la isla se difundió en Internet.

Aunque la mayoría de los visitantes de la isla vienen aquí para ver a los conejitos, el legado del gas venenoso de la Isla del Conejo no ha terminado. Okunoshima es también el hogar del Museo del Gas Venenoso que inauguró en 1988, con el fin de alertar a tantas personas como sea posible de las verdades terribles sobre el gas venenoso.

Algunos sostienen que la isla puede que no sea completamente seguro, ya que nunca ha habido ninguna descontaminación importante de toda la isla. Se rumorea que hay varios lugares cerrados en la isla, donde los trabajadores, según los informes, enterraron el gas cuando la guerra terminó.